domingo, 7 de febrero de 2010


Te voy a contar una historia, que seguramente la vas a leer ahora, y no te van a dar más ganas de leerla otra vez. Es la triste realidad.
¿Cuántas veces lloraste por un amor? ¿Cuántas veces no saliste de tu casa por varios fines de semana seguido SOLO para no ver a la persona que te roba la vida? ¿Cuántas veces te arruinás los días pensando en él, en él, y sólo en él? - MUCHAS seguro.
Tú vida es así, no hay día en el que no derrame una lágrima, aunque sea por una pavada, pero en el fondo sabiendo la razón. Yo no estoy bien conmigo misma. Me cago la vida, y perdón por la palabra, pensando en él y arruinándome los días. Y después me pregunto ¿por qué?
¿POR QUÉ, QUÉ INÚTIL? – te responde la cabeza - ¿POR QUÉ LLORÁS POR ALGUIEN QUE NO LE VA A INTERESAR NADA DE LO QUE PIENSES DE ÉL? ¿POR QUÉ LLORÁS POR ALGUIEN QUE NO MERECE NI UNA DE TUS LÁGRIMAS?
Y ahí uno tiene que reaccionar, darse LIBERTAD! – No tiene sentido encerrarse en una burbuja, pensar en uno mismo, y que los otros se curtan. No tiene sentido, entendelo. Él no te lee el pensamiento, a él no le importás!
Entonces, olvidate de él, reí, salí, divertite!
Y dejá de mendigar amor con llantos y amarguras, olvidate del amor y viví tu vida… Esperá que el amor te encuentre a vos, y ahí me venís a contar como la estás pasando.

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